jueves, 14 de octubre de 2010

De Sombras y Escaleras ...





Las sombras nos engaña, la escalera parece ancha y afable, intuimos que sera fácil llegar hasta ella, pero al comenzar los primeros pasos la realidad nos presenta un frió, oxidado y estrecho metal, con escalones cortos pero empinados, el viento acaricia su vestido y convierte nuestro deseo en un manifiesto. Nos disponemos pues a subir, hasta poder tocar y conocer la textura de ese delicado vestido.
Pero en mitad de la escalinata comenzamos a preguntarnos, no sin temor . . . Sera ella capaz de entender que luego de plasmar en su cuerpo y tal vez en su alma, nuestra procaz pasión, debemos seguir avanzando escaleras arriba ?