VI
el beso de la mujer sin sombra
se ha dormido en el vientre de la tarde
un desierto se remolina con un dedo
al cabello oscuro de su dueño
el árbol negro se quebrará
y ninguna mano sostendrá el cadáver
a veces lloro pensando en el olvido
de una promesa eterna
el brazo de la mujer sin verso
danza como un espiral que se ha dormido
y toco su labio con mi ojo
y satisfago mi delirio con mi rostro
está triste la mujer sin sol
la mujer se sienta sobre el día
recuesta su fatiga en los silencios
escucha mis palabras
no mis mentiras.