* Origen y principio se separan, no son lo mismo: el origen es la separación: la diferencia en y de lo originado.
* El otro es su hueco en mí, o el mío en él. Hueco desde el cual partir para encontrarle.
Hasta no ser otro somos a medias, somos la mitad con la que tropezamos.
El muro desde el cual oteamos:
nos buscamos.
* No se trata de entender o explicar, sino de implicarse:
abismarse.
* Orfeo desciende a rescatar a Eurídice.
No busca la filosofía, el amor del saber, busca el saber del amor:
la sabiduría.
Busca a otro:
busca lo que él no es.
* Y otra vez Derrida: “La escritura se desplaza a lo largo de una línea quebrada entre la palabra perdida y la palabra prometida”.
* “… El poeta no retiene lo que descubre, una vez transcrito, lo pierde enseguida. En eso reside su novedad, su infinito y su peligro.” [René Char]
* Mirada que engendra la culpa kafkiana: perder lo que nunca llegamos a tener, que poseemos mientras lo creamos sin saber:
pureza o belleza.
* “Quien escribe – afirma Blanchot – está en el destierro de la escritura: allí está su patria donde no es profeta.”
* La respuesta que el poeta encuentra es la que él mismo da: la creación.
La puesta en palabras del sentido que no está, que él instaura.
Alumbra.