II
veo la débil geometría del círculo erróneo
no se trata de ojos parecidos a otros ojos
me dejo morir en cada segundo que muere
y lleno la incertidumbre con todas las armas
busco la fiera del continente
llega la llaga como un viento a mi vientre
no respiro como el muerto animal
desprendo los párpados y veo
como la serpiente del horizonte
se aleja de mi concepción
me devoro en cada instante de retorno
el hombre nada importa o nada parece importar
una gota de aluminio sobre un trozo de metal
me desvanezco como una danza de serpiente
me retribuyo la mañana que una vez abandoné
no conozco ni el nombre ni el rostro ni el beso
pero siempre es él quien duerme junto al abrazo del demonio
cuando todos los espejos repitan al unísono
no