miércoles, 30 de septiembre de 2009

CARTAS DE GUERRA André Breton ( fragmentos)


Los equilibrios son raros. La tierra que gira alrededor de sí misma en veinticuatro horas no es el
único polo de atracción. En el Colorado brillante las muchachas montan a caballo y hacen
soberbios estragos en nuestro deseo. Las blusas estrelladas de los aguadores son nuestros cálculos
que se acercan. Los cruzados se paraban para beber en pozos envenenados.

El célebre bautismo de fuego encaja en la noche de las supersticiones adorables en las que
figuran para mí esos dos peces atados con una cuerda. En ella te abandono. Frutos maduran en
el árbol dentro del follaje negro. No sé si están trillando o si hay que buscar una colmena ahí al
lado. Pienso en una boda judía. Un interior holandés es lo más lejano. Te veo, Jacques, como
un pastor de las Landas: llevas gruesos zuecos de creta. El celemín de sentimientos no está caro
este año. Desde luego, algo hay que hacer para vivir y el bonito relevo al capote manchado es
una vaca lechera en la niebla. Merecías algo mejor, el presidio, por ejemplo. Pensaba
encontrarte en él y no estaría viendo el primer episodio de La Nouvelle Aurore, -mi querido
Palas. Perdón. ¡Ah! Los dos hemos muerto.