domingo, 6 de junio de 2010

Todo en nombre de Dios. Angel Pestime





Sopló el hamsín, el viento sur de la tierra espantosa.
Durante cinco días sopló dentro de mí.
Nubes de calor y polvo del desierto
tallaron y vaciaron mi corazón
hasta convertirlo en un cáliz
para el humo de los inciensos

El sol del crepúsculo prendió la Cúpula de la Roca.
Todo en nombre de Dios:
la sangre de los niños al salir del colegio,
las viviendas arrasadas por las excavadoras,
los olivos arrancados de cuajo…
Todo un pueblo arrancado de cuajo.

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Ángel Petisme
Ciudad de espejos