“Expuesta a todas las perdiciones, ella canta junto a una niña extraviada que es ella: su amuleto de la buena suerte.”
sábado, 21 de noviembre de 2009
El cuerpo como objeto mutilado según Bacon
Para el pintor inglés Francis Bacon el cuerpo se presenta como un objeto mutilado que regresa a la animalidad. Toda su obra se ocupará del problema de la representación obsesiva del cuerpo humano con sus implicancias estéticas, biográficas e identitarias. En su pintura, como se verá, el hombre padece el desgarro de la carne, que es interpretado como el fin del cuerpo y el último reducto del yo. Con la deriva iconográfica del retrato y su búsqueda del reconocimiento existencial se difuminan los rostros, se escinde el yo y se desmiembran los cuerpos, en esa lucha por la fijeza, por la estabilidad jamás conseguida que encontramos en la obras de Francis Bacon. Una visión desesperada que nos adentra en el territorio de la decadencia y la alienación: el éxtasis, el deseo de la carne, los fluidos, el detritus, la mutilación y la muerte que invaden sus telas.