descosida
pongo los brazos en el camino
para arrastrarme hasta el cuenco del amor
sin arrepentirme
por las sombras trazadas
en el vientre de mi cuerpo
ahí mora el miedo
que también se iluminará
y como un cadáver bello
levitará bajo las manos del mago
pongo los dedos en el beso de dios
pongo los veinte dedos en el sexo
de una diosa que me está esperando
entre mis piernas
no hay otro vestido que la verdad
no hay otra forma de danzar en el viento
que ser el viento
no hay palabra más hermosa que la palabra
que se devora a cada instante para dar nacimiento
a la música de su voz
no hay demonio que se le pueda acercar
a la paz de saber que el demonio también
está en tu cuenco
y necesita volver al camino
pongo los ojos en la mano de dios
somos tres danzando en tu mirada
que lee estas palabras
que son revelación
son revelación porque cantan
son revelación porque mientras lees
te preguntas
quien soy
y yo soy las piernas que eligen
retornar al camino de la greda y el alambre
enfermas serpientes de la tierra malnacida
en nuestra infancia mientras los glaciares
hacen tronar la mecánica celeste
ahora me paro
ahora golpeo con toda la violencia
esta manera de no gritar de no cantar de no decir
ahora golpeo con toda la violencia
este detenimiento como una vacilación
que no acaba de balbucear
ahora me paro
ahora te grito con ojos de madre silenciosa
ahora te grito con manos de padre amoroso
ahora te devoro con llagas en la garganta
delicadamente te grito
un viento lejano y sabio
desde antes de los glaciares
te grito
que soy la tierra que te esperaba
si me escuchas mientras grito
sin que se mueva una onda en el cielo
toma tus manos con tus manos
aún te queda el último tiempo
para salvarte de la
gran inundación
pero pongo las manos en el camino
y el camino me enseña
que he andado sola
toda mi vida
y nadie escucha esta revelación de solsticio
nadie danza este grito de membranas
no hay nadie
vuelvo al camino con las muñecas en alto
con las rodillas rotas
con la mandíbula cosida
que el silencio sea un beso permanente
sobre tu boca
los árboles lo dicen con las ramas
dios me mira desde sus pétalos azules
y me sacude
para que no me sienta sola
pero estoy sola
acá en esta gran revelación
me pudro sola
para renacer en este mismo cuerpo
que será un palacio
todos duermen y yo grito
y nadie escucha y otro otoño avanza
y todo sucederá
prendo mis rodillas con fogatas de lo antiguo
y danzo para los árboles y las estrellas mientras gimo
todo sucederá
yo levantaré el manto que nos tapa y dejaré el agua entrar
por las puertas de todos los palacios
mi sexo será una fiesta
mi cuerpo será un jardín de delicias
mientras miro la luna en lo alto anunciar la última hora de la noche
levanto mi pelo que es largo y antiguo y tiene flores y bestias
recorto mi miedo
todos los demonios nacen de mí y vuelven a mí para morir
en mi reflejo
estoy lista dios:
ahora callo