Alabado sea Allah, Quien nos guió agraciándonos con la fe y no hubiéramos podido encaminarnos de no haber sido por Él. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, sin asociados. Atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero. ¡Oh Allah! Bendice a Muhammad, su familia, sus compañeros y todos los que sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.
¡Hermanos y hermanas en el Islam! Tengamos temor de Allah (swt), pues la piedad es la mejor provisión y el camino más recto que todos debemos seguir. Allah (swt) dice en el Sagrado Corán:
“¡Oh, creyentes! Teman a Allah como es debido y no mueran sino sometidos a Él.” (3:102)
También dice Allah en el Sagrado Corán:
“¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os ha creado a partir de un solo ser, del que creó a su cónyuge e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Temed a Allah, en Cuyo nombre os reclamáis vuestros derechos, y respetad los lazos de parentesco. Por cierto que Allah os observa.” (4:1)
También dice:
“¡Oh, creyentes! Temed a Allah, y hablad sólo con la verdad. Él hará prosperar vuestras obras y perdonará vuestros pecados. Sabed que quien obedece a Allah y a Su Mensajero obtendrá un triunfo grandioso.” (33:70)
¡Siervos de Allah! La nación islámica recibe una de sus eventos más significativos y característicos, que Allah legisló para que el musulmán experimente espiritualidad, felicidad y solidaridad. Es la festividad del Eid Al-Adha.
Entre los ritos que Allah legisló para esta festividad se encuentre el Udhia o sacrificio de un cordero, que es una Sunnah establecida por nuestro Profeta Muhammad (saw) siguiendo la orden de Allah, en conmemoración de la historia del profeta de Dios Abraham (as), cuando vio en sus sueños que Allah le ordenaba ofrecer en sacrificio a su hijo Ismael, tal como se relata en el Corán:
“Cuando Ismail alcanzó la pubertad, [Abraham] le dijo: “¡Oh, hijito mío! En verdad he visto en sueños que te sacrificaba; dime qué opinas”. Dijo: “¡Oh, padre mío! Haz lo que te es ordenado; por cierto que me encontrarás, si Allah quiere, entre los pacientes”.” (37:102)
Cuando Abraham se dispuso a cumplir con su sueño siguiendo la orden de Allah, Allah se lo reemplazó por un cordero, y en conmemoración de la obediencia de ese padre, y la entrega a la voluntad de Allah de ese hijo, es que se celebra esta fecha. Tal como dice en el Corán:
“Luego que ambos se resignaron, y lo echó sobre la frente [para sacrificarlo], Le llamamos: “¡Oh, Abraham! Has realizado tu visión”. Y por cierto que así retribuimos a los que hacen el bien. En verdad, esa fue una verdadera prueba. Pero lo rescatamos [a su hijo], ordenando a Abraham que sacrificara en su lugar un animal e hiciera una gran ofrenda. Y dejamos la historia [de Abraham] para la posteridad, para que cuando Abraham sea recordado entre Mis criaturas, digan: “¡La paz sea con Abraham!”.” (37:103-109)
Narró Zaid Ibn Al-Arqam (ra) que unos compañeros del Profeta (ra) le preguntaron al Mensajero de Allah (saw): “¿A causa de qué son estos sacrificios?” Les respondió: “Son la tradición (sunnah) de vuestro padre Abraham”. Le preguntaron: “¿Cuál es la recompensa que obtenemos por cumplir con este rito Oh Mensajero de Allah?”. Les respondió: “Por cada pelo del animal les corresponde una recompensa (hasanah).” Registrado por Ibn Mayah.
Los sacrificios se ofrecen luego de la oración del Eid ya que el Profeta (saw) dijo: “Quien haga el degüelle antes de la oración, que vuelva a repetirlo, y quien no haya degollado, que lo haga”. Registrado por Al-Bujari.
El tiempo para ofrecer este sacrificio es largo, alabado sea Allah. Comienza el día del Eid y se extiende durante los siguientes tres días, llamados para quienes participan de la peregrinación “aiam at-tashriq”.
Es de la Sunnah del Profeta (saw), luego de sacrificado el animal, al volver de la mezquita comer un poco de él, tras ser cocinado.
Otra de las Sunnahs en este día es el Dhikr del Takbir, que comienza luego de la oración del faÿr del día 9, conocido como el Día de Arafat, y se extiende hasta el día 13 de Dhul-Hiyyah. Dijo Allah en el Corán:
“Recordad a Allah en los días elegidos” (2:203)
Y la forma de hacer este dhikr tal como se menciona en la Sunnah es la siguiente:
Allahu Akbar, Allahu Akbar, la ilaha illa Allah – wa Allahu Akbar, Allahu Akbar, wa li llahi Al-Hamd.
Es de la Sunnah que los hombres eleven la voz con este Dhikr en las mezquitas y reuniones, y luego de las oraciones, para engrandecer a Allah y mostrar la felicidad por este evento espiritual y comunitario.
Otra de las Sunnahs establecidas para la oración del Eid es bañarse (gusl) y perfumarse, también vestir las más elegantes y mejores ropas, sin excederse ni derrochar.
Es recomendación acorde a la Sunnah que las mujeres y los niños participen del Eid, las oraciones, el dhikr y el du’ah, pero la mujer debe ser cuidadosa en su vestimenta y no exhibirse, ni perfumarse de tal manera que pueda causar tentación.
Es de la Sunnah que todas las mujeres participen, incluso las que tienen su periodo menstrual, aunque obviamente no deben participar de la oración misma.
Otra de las Sunnahs establecidas para este día es la participación en la oración especial del Eid y la Jutbah posterior.
Otra de las Sunnahs es usar un camino para ir a la mezquita, y otro distinto para volver, ya que así lo hizo el Profeta (saw) para que fueran más los que presenciaran su felicidad por ese día grandioso para la Ummah.
Otra de las Sunnahs de este día es la felicitación a los hermanos por el Eid, ya que los compañeros del Profeta (saw) solían hacerlo. Por ejemplo puedes decirle a tu hermano musulmán: “Que Allah acepte nuestra obras (taqabal Allahu minna wa minkum)”.
Es recomendable en estos días de festividad, reforzar los lazos de parentesco y hermandad, visitando a los familiares y amigos, superando los rencores y enemistades antiguas, y purificar el corazón del odio y el resentimiento.
Es recomendable ayudar a los pobres y necesitados, solucionando sus problemas, dándoles lo que necesitan para que ellos también puedan disfrutar de un día de fiesta.
Quiera Allah bendecirnos con el conocimiento del Corán y la Sunnah, y agraciarnos con la misericordia y sabiduría de sus enseñanzas.
¡Pidan perdón a Allah por sus faltas y vuelvan a Él arrepentidos!
Hermanos y hermanas en el Islam pidan paz y bendiciones por el Profeta Muhammad, tal como Dios nos enseña en el Corán:
“Ciertamente Allah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él”. [Corán 33:56]