Quien se hace digno de cabezas fuego?
Nadie podrá vivir con la culpa…
Soy un vasto bosque por el océano
Flotante de islas y cerros gotas.
Ahí débil y cansado de lupas de pueblo
Donde el meticuloso reloj llora agujas.
Con el campanario roto y mudo en singulares
Sin poder encontrarme en brújulas opacas
Soñando con reírme más en llanto.
Ajaba los pergaminos de verdades
No podrías entender mi frivolidad latente
Más que contentar mi carne con tu humedad
Y secar mi alma en esas sombras congeladas
Pero vos y yo sabíamos mejor que eso…
Susurrábamos palomas al oído amputado.
Contemplamos a Frida y Platón!
Estábamos tan oscuros como queríamos morir.
Honorando imágenes santas y plumas.
Sin sentir la vida del pan de cada día
Cortábamos nuestros puños para sentirnos
Y el edredón ya no abrigaba las canelas…
Estábamos atados a servilletas con espinas
Y dementes de la racionalidad católica.
Pero amándonos en éxtasis de Ondiles y algo mas…
Solo queríamos sentir y me seguías.