sábado, 6 de octubre de 2012

Orillar el vuelo


Se me oye la noche en la voz .
Afuera, un silencio de pájaros y gritos.
Y ese olor azul de las estrellas.

El último de mis nocturnos.

Hacés falta aquí,
cerca de mis canciones.
Ese perfume de las palabras que se siente por tus dedos.
Habitar en las líneas melódicas de tus manos.
Rasgar la noche por una de tus esquinas.
Leérte por la orilla de la noche.
Y ese rumor  a orillas de un libro.

¿ Qué hacés en mi abismo y por qué te siento tan a fondo? 

Te soy mi palabra.
A veces me escucho acercándome a tu orilla.
A veces me escondo donde no pueda hallarme.
A veces silencio, 
a versos palabras.
A veces acomodarme los tropiezos

Del otro lado de los sueños, una noche perenne.

No soy yo, 
es ese arrebol que me seduce, 
y bajo el ala del silencio,
un poema anida la palabra.

Soy un incierto acorde de guitarra
Voy a guardárme entre el ruido de la noche.

Hoy, 
solo traigo un rumor a espacios indecisos.
( le tiembla la voz, 
se le nota en las letras)

¿ Y ese perfume penetrante y melancólico que traés entre los versos?

La tierra me late entre pecho y espalda
mientras voy desempolvando todas mis nubes.

Un ruido plano...
El roce del viento a ras del horizonte.
Afuera, 
un grito sin forma ni color.

Juro que lo intenté,
pero
siempre
vuelo
siempre
vuelas.

Deja que te lleve, 
dentro del río suenas mejor.
Insomnios que son sonrisas de ojeras a ojeras
Sembraste dudas y entonces crecí
Nunca te olvido, ni siquiera cuando sí.