Gil Pender: ¿Tenía miedo?
Hemingway: ¿De qué?
Gil Pender: De que le mataran.
Hemingway: No escribirá bien si tiene miedo a morir. ¿Lo tiene?
Gil Pender: Si, lo tengo. Yo diría que es quizá mi mayor miedo realmente.
Hemingway: Es algo que le ha pasado a todos los hombres y a todos les pasará.
Gil Pender: Lo sé, lo se…
Hemingway: ¿Ha hecho el amor con una auténtica gran mujer?
Gil Pender: La verdad es que mi novia es bastante sexy.
Hemingway: ¿Y cuando hace el amor con ella siente una pasión bonita y veraz, y al menos en ese momento pierde el miedo a la muerte?
Gil Pender: No, no suele ocurrirme…
Hemingway: Creo que el amor que es veraz y real crea una tregua con la muerte, la cobardía viene de no amar o no amar bien, que es lo mismo. Y cuando el hombre que es valiente y veraz mira cara a cara a la muerte como cazadores de rinocerontes que conozco, o Belmonte, que es valiente de verdad; como aman con suficiente pasión apartan a la muerte de su mente, hasta que vuelve como hace con todos los hombres, y es hora de volver a hacer el amor de verdad. Piénselo bien.